¿Qué es el método Montessori?
El método Montessori fue desarrollado a principios del siglo XX para su uso en niños y preadolescentes, y a pesar de que ya han pasado muchos años de que lo publicó su creadora, sigue siendo vigente y seguido por miles de pedagogos y maestros alrededor del mundo.
El método pretende esto:
- Ayuda al desarrollo natural del ser humano
- Estimula al niño a formar su carácter y manifestar libremente su personalidad, ante lo que recibe seguridad y respeto
- Favorece la responsabilidad y el desarrollo de la autodisciplina para que los niños consigan su independencia y libertad
- Desarrolla la capacidad de participación para que el niño sea aceptado
- Reconoce que el niño se construye a sí mismo, pero lo guía para su formación espiritual e intelectual
¿De qué manera es diferente a lo que era el método tradicional?
Se aleja de modelos rígidos y pone su atención en la espontaneidad y la elección libre de los alumnos, pues el respeto y la independencia de los niños era algo clave para Montessori.
Las etapas: separar para crecer
María explicaba el desarrollo del niño hasta ser un adulto y lo separaba en 4 etapas que llamó planos: de 0 a 6 años, de 6 a 12 años, de 12 a 18 años y de 18 a 24 años.
El método Montessori pretende adaptarse a las necesidades de las etapas, a diferencia del sistema educativo tradicional, del que María decía que a pesar de que era consciente de las etapas, no atiende a las particularidades de cada una de ellas y se olvida de la etapa fundamental que es la primera, cuando los niños tienen una mente absorbente.
Un ambiente ideal
En este método un ambiente ideal es clave para el desarrollo emocional y racional, por lo que se esfuerza por construir “entornos preparados”, es decir, que los espacios educativos estén adaptados a las necesidades de los alumnos en función a su edad. No sólo que haya los materiales que necesitan, sino que estén a su alcance.
Debe propiciar el movimiento y la realización de actividades, estar limpio, ordenado y ser estéticamente atractivo para que los niños estén en armonía y a gusto con su entorno.
Los adultos (y maestros)
El adulto sólo es la conexión entre el niño y el ambiente preparado, por lo que su meta sólo es ayudarlo a ayudarse, de ninguna forma ser una autoridad inflexible. El adulto debe de ser de gran ayuda en la construcción de la confianza en sí mismo del pequeño.
Montessori siempre se refirió a las maestras como “guías” y su papel es diferente de los maestros tradicionales porque ante todo tienen que ser grandes observadores de los intereses y necesidades individuales. Deben usar correctamente cada material y ayudar al niño a realizar las actividades.
El material
Los materiales deben llamar la atención al niño, por eso pretende que sean naturales, progresivos, atractivos y con un control de error.
